La Comisión avisa de que esta
política sería "perniciosa para el mercado interior"
Francia ya ha iniciado su
ofensiva para repatriar la producción de vehículos
Macron dará a Renault 5.000
millones si da garantías a empleados franceses
La Comisión Europea bloqueará
cualquier ayuda pública ofrecida por un gobierno comunitario a una empresa para
atajar las consecuencias de la pandemia de covid-19 si está condicionada a la
relocalización de la actividad de la sociedad al país que concede el apoyo
público.
Así consta en la nueva
flexibilización de las reglas europeas sobre ayudas de Estado que adoptó este
lunes el Ejecutivo comunitario. En esta nueva modificación, Bruselas señala que
las ayuda "no estará condicionada al traslado de una actividad de
producción o de otra actividad del beneficiario desde otro país perteneciente
al Espacio Económico Europeo (EEE) al territorio del Estado miembro que concede
la ayuda".
Esta condición, añade el
texto, "parece que sería perniciosa para el mercado interior", y eso
"con independencia del número de puestos de trabajo perdidos realmente con
el establecimiento inicial del beneficiario" en el mercado único.
Este movimiento de la
Comisión trasciende días después de que Francia haya iniciado su ofensiva para
repatriar la producción de vehículos de las marcas francesas, circunstancia que
impacta de lleno en España por la presencia de fábricas del Grupo PSA y de
Renault. Así lo anunció el propio presidente francés, Emmanuel Macron, que
prometió a Renault 5.000 millones de euros si da garantías a sus empleados en
suelo francés.
Preguntada por esta enmienda,
una portavoz del Ejecutivo comunitario ha explicado que incluir este tipo de
condiciones en las ayudas de Estado concedidas en el marco de la pandemia sería
"particularmente dañino" para el mercado interior y "la Comisión
no puede aprobar ayudas que distorsionen injustificadamente la
competencia" en la UE.
Esta aclaración se enmarca en
la tercera enmienda al Marco Temporal de Ayudas de Estado que Bruselas ha
aprobado formalmente tras haber lanzado una consulta a los Estados miembros al respecto
el pasado 12 de junio.
La nueva flexibilización de
las reglas comunitarias sobre ayudas de Estado busca incentivar al sector
privado a participar junto con gobiernos en la recapitalización de empresas
afectadas por la pandemia de covid-19.
Los principales cambios
En concreto, si un Estado
miembro concede ayudas para la recapitalización de una empresa, pero los
inversores privados contribuyen también "de forma significativa" con
al menos un 30% del nuevo capital, la prohibición de adquisición y la
limitación de remuneración de directivos se reduce a tres años.
Además, se levantaría la
prohibición de repartir dividendos para los nuevos y antiguos accionistas si la
participación de los segundos queda reducida a menos de un 10% del capital
social de la compañía.
Los cambios, además, extienden
el alcance de las ayudas públicas permitidas de manera extraordinaria a raíz de
la pandemia para que los Estados miembros puedan dar ayudas a microempresas y
'start-ups' aunque ya estuvieran en problemas antes del 31 de diciembre de
2019, algo que no permite para el resto de compañías.