La Comisión Europea ha presentado este miércoles una propuesta para favorecer fiscalmente que las compañías financien sus inversiones mediante aportaciones de capital en lugar del endeudamiento, igualando las ventajas fiscales del primer mecanismo a las de la deuda para mejorar la resiliencia del tejido empresarial.
"Hoy en día, los sistemas fiscales de la mayoría de países, incluso en la Unión Europea, tratan la deuda de forma más favorable que las aportaciones de capital. Lo hacen permitiendo que se deduzca la base imponible de los intereses de los préstamos, sin ofrecer una desgravación similar para la financiación a través de capital", ha explicado el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, en rueda de prensa.
La propuesta bautizada como (las siglas en inglés para Debt-Equity Bias Reduction Allowance) propone una desgravación fiscal para las aportaciones de capital similar al de la deuda, de tal manera que permitirá deducir la base imponible de los incrementos de patrimonio de un contribuyente de un ejercicio fiscal al siguiente, igual que sucede con la deuda.
Con esta propuesta el Ejecutivo comunitario pretende crear unas reglas de juego igualitarias para la deuda y para las aportaciones de capital, desde el punto de vista fiscal de tal manera que esta no se convierta en un factor que influya en las decisiones de financiación de las compañías.
En este sentido, Gentiloni ha señalado que seis Estados miembro, Bélgica, Chipre, Italia, Malta, Polonia y Portugal, ya cuentan con esquemas similares y ha advertido que la falta de coordinación entre reglas en los Estados miembro puede propiciar "prácticas fiscales dañinas" y atraer negocios únicamente "por motivos fiscales".
La propuesta incluye una deducción más favorable para las pequeñas y medianas empresas, dado que tienen más dificultades para acceder a los mercados de valores que las empresas más grandes. La intención es que ayudar a las empresas a contar con una estructura de capital más sólida, para que sean menos vulnerables y más propensas a invertir y asumir riesgos.
"Las compañías europeas deben poder escoger la fuente de financiación que sea mejor para su crecimiento y modelo de negocio", ha señalado el vicepresidente Económico, Valdis Dombrovskis, en un comunicado en el que ha incidido que, con esta deducción fiscal para las aportaciones de capital, similar a la que se aplica actualmente a la deuda, reduce el incentivo para apostar por el endeudamiento y permite que las compañías decidan únicamente en base a las consideraciones comerciales.
El actual sistema favorece la financiación empresarial a través de deuda ya que pueden aplicar deducciones de intereses vinculados a ésta, lo que puede incentivar que las empresas recurran al endeudamiento para efectuar inversiones en lugar de las aportaciones de capital. Sin embargo, los niveles excesivos de endeudamiento propician que las empresas sean más vulnerables a los cambios imprevistos.
El endeudamiento empresarial en la Unión Europea durante el ejercicio 2020 alcanzó los 14.900 millones de euros, lo que supone el 111% del Producto Interior Bruto (PIB) comunitario, ante lo cual el Ejecutivo comunitario ha planteado favorecer un equilibrio entre ambas fórmulas de financiación empresarial para favorecer la competitividad y el crecimiento.
Esta iniciativa se enmarca en la Estrategia Europea de Fiscalidad Empresarial que busca establecer un sistema fiscal eficiente en el mercado comunitario que contribuya al trabajo realizado en la Unión del Mercado de Capitales, facilitando el acceso a financiación a los negocios.