La Confederación de Empresarios y la Asociación Intersectorial de Autónomos (CEAT) plantea una serie de medidas para mejorar la situación de los trabajadores por cuenta propia en España. A continuación te lo concretamos en cinco puntos:
1. Financiación: solicitan medidas políticas que ayuden a mejorar la financiación de estos profesionales, sobre todo porque cuentan con mayores obstáculos para conseguir crédito por parte de las entidades financieras debido a las exigencias de avales y al patrimonio tan limitado de la mayoría de los autónomos. También aprecian un cierto desconocimiento a la hora de negociar con los bancos, ya que en muchas ocasiones les resulta más caro a los autónomos. Para acceder a business angels y a inversores privados también existen complicaciones.
2. Morosidad: el colectivo de autónomos se encuentra muy castigado por la morosidad, sobre todo por los plazos de pago por parte de clientes como la Administración. Esto supone un inconveniente importante para obtener financiación a corto plazo. Ni en el sector público ni en el privado se respetan los plazos marcados en la Ley de Morosidad, que es de 30 y 60 días, respectivamente.
3. Pagar el IVA a Hacienda: otro problema con el que se encuentran los trabajadores por cuenta propia es con el abono del IVA a la Agencia Tributaria sin haberlo cobrado al cliente, lo que supone un esfuerzo extra para el autónomo. Lamentan que el IVA de caja, que se puso en marcha para evitar eso, no consiguiese triunfar entre los profesionales. A causa del pago del IVA son muchos los autónomos que presentan problemas de liquidez para afrontar sus compromisos económicos, que en algunos casos puede poner en peligro la supervivencia de las empresas.
4. Eliminar trabas administrativas: en los últimos años se ha producido una simplificación en los procesos con la administración, pero aún continúan siendo un problema para este colectivo. Están prácticamente obligados a dejar estas tareas en manos de gestores, que en ocasiones no pueden costeárselos.
5. Segunda Oportunidad: entienden desde esta organización que el modelo existente parte de un esquema complejo y muy caro, que niega a los insolventes la opción de contar de procedimientos sencillos y útiles. Creen que todo el mundo tiene derecho a probar fortuna con un nuevo negocio aunque le hayan salido mal las cosas
FUENTE: CINCO DIAS