Promover la calidad de vida de los empleados beneficia a la empresa y ayuda a retener el talento. La flexibilidad de horarios y el teletrabajo son algunas de las medidas más efectivas.
Competir con las grandes empresas a la hora de retener el talento no es tarea fácil. Pero hay algo que cualquier empresa puede hacer, independientemente de su tamaño y su músculo financiero: mejorar la conciliación entre la vida personal y laboral. Este tipo de medidas redunda además en beneficio de la empresa. Según un estudio de Sodexo Beneficios e Incentivos, el 86% de los responsables de pymes cree que promover la calidad de vida de los empleados eleva su productividad. Y el 70% afirma incluso que incrementa los resultados financieros. "Conciliar la vida personal y la laboral aumenta el compromiso del trabajador, su orgullo de pertenencia y, con ello, la fidelización, la capacidad de realizar esfuerzos y sobreesfuerzos y la calidad en la prestación de su servicio", dice Roberto Martínez, director de la Fundación Masfamilia.
El problema es que sólo el 49 % de las pymes encuestadas cree que puede competir en esta área con las grandes empresas. ¿Qué medidas tienen a su alcance?
Horario flexible: Como explica Martínez, la flexibilidad de horarios, junto con la posibilidad de trabajar a distancia, "son medidas que llegan a la gran mayoría de la plantilla y requieren de poca inversión". Pero para implementarlas es fundamental que se produzca un cambio de mentalidad en la pyme. Los expertos señalan que muchas empresas españolas adolecen de una cultura de presentismo, en la que se fomenta que los empleados se encuentren físicamente en su puesto de trabajo incluso cuando no es realmente necesario. En su lugar, José Manuel Casado, responsable de 2.C Consulting, recomienda poner el foco en los resultados. "Para ello hay que establecer cuáles son los principales objetivos de la compañía. Por ejemplo, generar valor para el cliente e incrementar las ventas. Después se analiza qué acciones están vinculadas a estos objetivos y se pone en marcha un sistema de evaluación anual", explica Casado.También es importante que la empresa esté tecnológicamente preparada para permitir el teletrabajo.
Beneficios sociales: Otra forma de mejorar la calidad de vida de los trabajadores es ofrecerles la posibilidad de obtener una retribución flexible. Iniciativas como los cheques restaurante o los cheques guardería les permiten optimizar su salario desde el punto de vista fiscal, ya que están exentos del pago del IRPF (en el caso de los cheques restaurante, hasta 11 euros diarios). Por otro lado, algunas empresas ofrecen a sus empleados vales canjeables por todo tipo de servicios que ayudan a que su vida sea más fácil: desde la tintorería, hasta el cuidado infantil y la limpieza del hogar.
Formación y tiempo libre: La realización de cursos de formación en horario laboral permite motivar a los empleados, a la vez que mejora su productividad. Los idiomas y el uso de las nuevas tecnologías son los temas más recurrentes. Lo mismo ocurre con el deporte y otras actividades que los empleados suelen realizar en su tiempo libre. "Organizar acciones de voluntariado con una ONG permite que puedan satisfacer una necesidad propia de su vida personal como es la de ayudar a los demás", comenta Beatriz Ardid, gerente de PeopleMatters.
Salud: Cuidar de la salud de la plantilla no sólo mejora su calidad de vida. También contribuye a reducir el absentismo laboral. Las medidas en este campo son muy variadas: desde la organización de cursos para dejar de fumar hasta la incorporación de alimentos más saludables en las máquinas de vending.
El incentivo de los beneficios sociales
La empresa de componentes electrónicos SCP Sintersa ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, hasta alcanzar los 200 trabajadores. "Antes, la relación con los empleados era más directa. Pero a medida que fuimos creciendo se fue perdiendo esa relación de tú a tú, así que decidimos hacer una encuesta de clima laboral", comenta Ana García, consejera delegada de la compañía. Según los resultados, una de las principales preocupaciones de la plantilla era el salario. "Como en ese campo no podíamos hacer tanto esfuerzo, optamos por los beneficios sociales: 'ticket' restaurante, seguros médicos, cheques guardería y tarjetas transporte", explica. Esta parte de la remuneración cotiza a la Seguridad Social, al igual que la dineraria, pero el trabajador no paga por ella en el IRPF. "Empezamos hace un año y la acogida ha sido muy buena".
Por otro lado, apuestan por que los horarios no sean óbice a la hora de conciliar. "El turno de fábrica es de 7:15 a 15:30 y los empleados de oficina disponen de diferentes horarios en función de sus necesidades. Además, tienen flexibilidad para la entrada y la salida", dice.