Diferencias entre autónomo y autónomo de responsabilidad limitada
4 de mayo de 2018
Diferencias entre autónomo y autónomo de responsabilidad limitada
Conoce las ventajas y desventajas de una u otra opción al darte de alta como profesional por cuenta propia.
En España existen dos modalidades jurídicas similares, aunque con diferencias sustanciales, en el caso de que estemos pensando en darnos de alta como autónomo. A continuación repasamos las ventajas y desventajas de la figura del autónomo frente a la fórmula del autónomo de responsabilidad limitada.
Lo primero que debes saber es que un autónomo normal realiza una actividad que se escapa al control y dirección por parte de otra persona, y que puede o no tener trabajadores a su cargo. Por su parte, un autónomo de responsabilidad limitada se define por los mismos conceptos, pero con la limitación de responsabilidad bajo determinadas condiciones, por ejemplo en caso de un embargo derivado de impagos por una desfavorable marcha del negocio.. En este caso, la vivienda de esta persona no podrá ser embargada, ya que está protegida ante las posibles deudas que haya contraído como consecuencia de su actividad económica.
Esta ventaja excluye las deudas de derecho público, asumiendo personalmente el resto de obligaciones que contraiga como persona jurídica (empresa). Esta sería, por tanto, la principal diferencia entre una y otra fórmula. Sin embargo, al escoger la opción del autónomo de responsabilidad limitada también se contraen más obligaciones.
Más derechos... y más obligaciones
El Emprendedor de Responsabilidad Limitada (ERL) deberá inscribirse obligatoriamente en el Registro Mercantil, así como elaborar y depositar anualmente las cuentas de la actividad en dicho organismo.
En el caso del autónomo normal, el control de su actividad también recaerá en sus manos, y su personalidad jurídica también será la misma que la de su titular (empresario), quien deberá responder personalmente a todas las obligaciones que contraiga la empresa, sin diferenciación entre su patrimonio mercantil y su patrimonio civil. Sin embargo, y debido a ello, no tendrán las obligaciones de Registro y contabilidad descritas para el Emprendedor de Responsabilidad Limitada.
Lo más rápido y económico
La opción del autónomo sin las limitaciones de responsabilidad (el más habitual) suele ser más rápida y económica, pues requiere de menos gestiones y trámites para su puesta en marcha. Es lo ideal para proyectos de tamaño reducido. Por el contrario, los inconvenientes descansan en su responsabilidad ilimitada, con el riesgo de embargo del patrimonio civil que ello conlleva ante las deudas generadas en su actividad.
Además, es el único titular de una empresa, con lo que deberá hacer frente en solitario a los gastos e inversiones, así como a su gestión y administración, aunque bien es cierto que, por lo general, esto también es lo más común en el caso de elegir la opción que limita la responsabilidad.
A ambas figuras les ocurre también que, si su volumen de beneficio es importante, tendrá que hacer frente a tipos impositivos más altos, ya que la persona física tributa por el Impuesto sobre la Renta. Por lo tanto, a este nivel de fiscalidad, no hay grandes diferencias.