Profesionalizar la gestión mejora la productividad y viabilidad empresarial
El último trimestre del año es un periodo clave para las empresas españolas. Cerrar los últimos 12 meses, tener la contabilidad al día y en orden es una prioridad. Aunque todavía, para miles y miles de empresas continúa siendo un gran problema y dejan los deberes para el último día. Un riesgo para el que, en muchas ocasiones, las empresas no pueden poner remedio ante la falta de recursos y tiempo, por lo que se enfrentan a posibles sanciones por parte de Hacienda con multas que, en muchos casos pueden ser cuantiosas. Muestra de esa falta de rectitud en lo que a la contabilidad empresarial se refiere se destaca en datos del último Observatorio de Morosidad realizado por Cepyme como que siete de cada diez facturas emitidas se pagaron con retraso. Un coste de casi 1.500 millones de euros solo entre enero y marzo de este año.
"Para las empresas, la contabilidad es un problema en sí. Si eres grande necesitas un departamento de contabilidad con jefe de administración que se encarga de controlar el flujo de facturas que entran. Si eres pequeña llevas las cuentas tú mismo en un Excel repleto de errores que es u imán de sanciones de Hacienda", señala pablo Jiménez, CEO y fundador de Enzimum.
De hecho, para miles y miles de pymes españolas la contabilidad se centra en tres palabras: obligación, miedo y tiempo. La obligación de la Agencia Tributaria por pagar y tener un control exhaustivo de las operaciones de la empresa; miedo a hacerlo mal al no tener -en muchos casos- ni recursos ni conocimientos; y falta de tiempo en el día a día para realizarlo y tener que contratar un servicio externo -a veces a última hora-. "Las empresas en España no utilizan la contabilidad como herramienta de gestión básicamente porque nunca llevan la contabilidad al día. Esto no les permite tomar decisiones acertadas. De media en España la contabilidad suele llevar un retraso de más de 3 meses y eso que cada 3 meses como máximo se liquidan impuestos, pero los decalajes en tesorería suelen ser de más de 6 meses", continúa en esa línea pablo Jiménez.
Sanciones o la quiebra
La falta de actuación sobre este área del negocio y la consiguiente mala gestión a nivel financiero puede desembocar en sanciones por parte del ICAC o el Registro Mercantil, derivando todo ello en una posible revocación del NIF y la imposibilidad de seguir operando. Por no hablar, de la consecuencia última que es la quiebra de muchas de estas empresas.
Para poner remedio a esta amenaza, "las pymes necesitan una herramienta que transforme el capital humano en tecnología. Hoy en día los procesos mecánicos son cosa de máquinas y no de humanos. Eso es productividad porque van a mejorar su estructura de costes y van a profesionalizar su gestión a la larga; por lo que se traduce en que la viabilidad de la empresa sea más probable" destaca el CEO de Enzimum.
En esta línea y para ayudar a frenar este problema en la empresa española, surgen nuevas ideas que se han propuesto virar el sistema de contabilidad actual para modernizarlo y crear una solución ágil, útil y sencilla que les permita estar al día. Una de ellas es Enzimum. Todo ello lo hacen de manera digital, permitiendo que la empresa, con una única foto de las facturas pueda llevar el control instantáneo de los impuestos que hay que pagar y permite deducir todo lo permitido, ayudando a ahorrar a la empresa.
Proceso de transformación
"Ofrecemos un servicio de asesoramiento Premium a nuestros clientes y perseguimos un objetivo muy distinto que los despachos tradicionales. Mientras que su mentalidad es únicamente la de presentar los impuestos de su cliente; la nuestra es la de ofrecer un servicio ágil, útil y cómodo mientras presentamos sus impuestos. Este cambio de concepto parece sutil, pero es radical y nos está haciendo duplicar la facturación cada año. Hemos percibido que nuestros clientes están quemados de su antigua asesoría y nos comentan que no pensaban que podrían encontrar un servicio tan moderno", destaca Pablo Jiménez.
Una de las claves del sector de la contabilidad está precisamente en ese factor de revolución digital que está llegando, pero no con la velocidad que debería para lo rápido que ha avanzado el sistema empresarial. "Los relevos generacionales en las empresas son claves. Afortunadamente, hemos dejado a un lado esa costumbre tan española del yo lo sé hacer todo y buscamos profesionalizar la gestión, probando nuevas tecnologías y nuevas formas de gestionar la empresa que nos reporten beneficios", afirma Jiménez.
Uno de los principales caballos de batalla de las empresas en el día a día todavía necesita un largo camino por recorrer, pero está poco a poco asentando las bases que permitan a la empresa española automatizar tareas como esta, laboriosas y en las que a día de hoy se invierten demasiados recursos. El futuro pasa por innovar en valor.
FUENTE: EL ECONOMISTA