Solo la mitad de las
compañías esperan preservar el empleo.
El impacto del coronavirus en
los salarios de los trabajadores perdurará hasta finales de 2020. Según el
informe ‘Conversaciones: Remuneraciones y el Covid-19’, realizado por KPMG en
España, existe todavía una gran incertidumbre empresarial y casi el 60% de las
compañías encuestadas considera que durante los próximos seis meses del año las
remuneraciones de consejeros, altos directivos y empleados tendrán que bajarse
o congelarse mientras que solo el 4% de las empresas considera que las
remuneraciones se verán incrementadas en algunos niveles en ese periodo de
tiempo.
La mayoría de las compañías
(34%) prevé que se reducirá la retribución variable anual devengada para 2020
para empleados y consejeros, debido a la dificultad para conseguir los
objetivos de negocio. A pesar de ello, un 24% de las empresas encuestadas
considera que no se realizará ningún cambio en estos sistemas porque se desea
motivar a los directivos y empleados de cara a la salida de la crisis. Otro 23%
cree que se va a retrasar o modificar la consecución de objetivos.
En cuanto a los incentivos a
largo plazo, la mayoría de las organizaciones no están valorando llevar a cabo
ninguna modificación (47%). Sin embargo, la situación derivada del nuevo
coronavirus ha generado incertidumbre sobre cómo gestionarlos, especialmente en
el caso de las compañías cotizadas (un 30% de los encuestados), porque las
decisiones adoptadas en estos momentos serán analizadas por los inversores
dentro de un año.
La mitad de las empresas
están apostando por preservar el empleo, pero el 58% de ellas se han visto
abocadas a aplicar algún tipo de ERTE para paliar le impacto del virus. En
concreto, un 20% de las empresas se han visto obligadas a aplicar ERTE por
causas económicas, técnicas u operativa; un 19% ha aplicado ERTE por fuerza
mayor, y otro 19% ERTE de reducción de jornada.
Por otro lado, el estudio
señala que las empresas han cancelado proyectos no esenciales (37%),
contrataciones y promociones (34%), incrementos salariales (32%) y modificado
condiciones de trabajo (27%), anticipado vacaciones (27%), ajustado
remuneraciones de consejeros y altos directivos (21%) y cancelados contratos
con subcontratistas (18%). Solo un 31% de los encuestados reportan haber
mantenido el negocio ordinario y, por tanto, las remuneraciones de sus
empleados.