Calviño estudia destinar parte de los 11.000 millones
de nuevas ayudas a reducir los impuestos aplazados por las empresas.
La vicepresidenta económica del Ejecutivo, Nadia
Calviño, estudia, en estos momentos, la redacción de la letra pequeña del real
decreto ley que regulará el paquete de nuevas ayudas por importe de 11.00
millones a pymes y a autónomos más azotados por la pandemia. Después de haber
decidido articular varios tipos de transferencias, ahora estudia
destinar parte de estos 11.000 millones de euros a aligerar la carga fiscal
aplazada por pymes y autónomos que no se han acogido a la línea de
créditos del ICO, según confirman a LA RAZÓN fuentes gubernamentales. Se trata
de ayudas directas a las pymes y a los autónomos más afectados por la pandemia
a fondo perdido y cuya cifra ascenderá hasta el 25% del montante total de las
ayudas cifradas en 11.000 millones, anunciadas por el presidente Sánchez el
miércoles pasado en el pleno del Congreso de los Diputados. A estos 2.750
millones, que corresponden al 25% de los 11.000 millones, hay que sumar 2.000
millones de ayudas directas que destinarán las comunidades a pymes y a
autónomos.
Calviño confirmó ayer que los 11.000 millones se
destinarán a ayudas directas y a recapitalizaciones o conversiones de créditos,
tal y como adelantó este lunes LA RAZÓN. La vicepresidenta aseguró que «el
ingente» volumen de dinero público, con un 2% del PIB comprometido en ayudas
directas este año y un 5% el año pasado, tiene que ser «eficaz» y dirigirse a
reducir el endeudamiento. En este sentido, recordó que se trabaja con las
entidades financieras para reforzar la solvencia de las empresas más pequeñas y
destacó el papel «muy importante» que han jugado los bancos en la crisis desde
marzo de 2020.
«Tienen que seguir siendo parte de la solución,
si no actuamos de forma concertada y no utilizamos la experiencia y los
conocimientos no lograremos el objetivo común», insistió. Calviño salió
también al paso de posibles discrepancias entre ella y el gobernador del Banco
de España. Según su relato, el Ejecutivo y el Banco de España «están
«absolutamente alineados». A su juicio, ahora toca volver a poner en marcha
los instrumentos necesarios «antes de que se desencadene un problema masivo de
solvencia en las empresas en determinados sectores y territorios». Eso sí,
aseguró que «cuando gestionamos dinero de todos los contribuyentes tenemos
que tener muchísimo cuidado para que las ayudas lleguen a quien tiene que
llegar». Con esta aseveración, confirmó que dejará «morir» a las empresas
insolventes, tal y como adelantó este lunes LA RAZÓN.
FUENTE:
LA RAZÓN