Expertos en consultoría de proyectos europeos reunidos por Funcas concluyen que se han generado unas expectativas excesivas en torno al Plan de Recuperación y que hay demasiados Perte
El maná llegado desde la Unión Europea que no solo iba a modernizar la economía española sino que iba a aportar 2,5 puntos al crecimiento de 2021 y a alimentar las expectativas inmediatas de desarrollo de la economía española tendrá un impacto intrascendente sobre el crecimiento de los próximos años y no empezará a tener un impacto relevante hasta 2025 o 2026. Así lo estiman los expertos reunidos por Funcas para examinar el funcionamiento del Plan de Recuperación hasta la fecha.
«Se han generado unas expectativas que no se podían cumplir», señaló ayer José Moisés Martín, economista y consultor, que ha asesorado proyectos que aspiraban a obtener fondos europeos. «No era un plan anticíclico, concebido para impulsar la recuperación económica, sino para fomentar la modernización de la economía.
No va a tener el impacto esperado a corto plazo, pero no porque se haga mal, sino porque no es su objetivo. El verdadero impacto no se verá hasta dentro de tres o cuatro años».
La conclusión del examen promovido por Funcas es que el plan de recuperación ha generado frustración. Por incumplir las expectativas de crecimiento rápido que el Gobierno alentó, porque las empresas ya no lo ven como ese trampolín que esperaban para modernizar sus estructuras o para recuperar el impulso perdido durante la pandemia y porque no han sabido implicar a las administraciones territoriales.
«Se les ha dado un rol insuficiente y se les ha convertido en meros gestores», lamentaba Francisco Delgado, economista y también consultor especializado en fondos europeos. «Ha supuesto una recentralización y ha convertido a las comunidades autónomas en las grandes perdedoras del Plan de Recuperación», recalca Martín.
En la parte positiva, que ha sabido identificar bien las prioridades de inversión y reforma que necesita España y que es probable que contribuya a la modernización. Los expertos piden, no obstante, un replanteamiento general del Plan de Recuperación. Entienden que se ha pervertido la figura de los Perte, diseñando demasiados proyectos con una capacidad de transformación muy limitada, y que se han restringido los proyectos a un simple reparto de subvenciones cuando la norma ofrecía muchas más posibilidades de alianzas público-privadas.
También advierten de los riesgos de intentar acelerar la ejecución por la presión ambiental por la baja ejecución del plan. Señalan que lo importante no es consumir todos los recursos antes de que acabe 2023 sino canalizarlos a los proyectos de mayor valor añadido.
FUENTE: ABC