La economía mundial sufrirá
en 2020 su mayor contracción desde el final de la Segunda Guerra Mundial, con
una caída del PIB global del 5,2%, como consecuencia del impacto "súbito y
generalizado" de la pandemia del coronavirus y las medidas de contención
implementadas, según las nuevas previsiones del Banco Mundial, que subraya que
se trata de la primera vez desde 1870 en que se registra una recesión tan
generalizada como la prevista para este año.
En el nuevo escenario
manejado por la institución internacional, en el que la remisión de la pandemia
permitirá levantar las medidas nacionales de confinamiento a mediados de año en
las economías avanzadas y un poco más tarde en las emergentes y en desarrollo,
"las repercusiones negativas a nivel mundial perderán intensidad durante
la segunda mitad del año y las perturbaciones a los mercados financieros no se
prolongarán en el tiempo", lo que permitirá a la economía mundial un
rebote del 4,2% en 2021, insuficiente para compensar completamente la pérdida
de actividad estimada para 2020.
"La recesión ocasionada
por la Covid-19 es singular en varios aspectos, y es probable que sea la más
profunda para las economías avanzadas desde la Segunda Guerra Mundial y la
primera contracción del producto en las economías emergentes y en desarrollo en
al menos los últimos seis decenios", dijo Ayhan Kose, director del Grupo
de Perspectivas del Banco Mundial.
"No existen registros de
correcciones a la baja tan súbitas y drásticas de los pronósticos de
crecimiento mundial como las que se han visto en la época actual. Si el pasado
sirve como referencia, los pronósticos podrían empeorar aún más, lo que implica
que los encargados de formular políticas deben prepararse para la posibilidad
de tener que adoptar medidas adicionales para apoyar la actividad",
añadió.
A raíz de las graves
distorsiones a la oferta y la demanda internas, el comercio y las finanzas, se
prevé que la actividad económica de las economías avanzadas se contraerá un 7%
en 2020, mientras que se espera que los mercados emergentes y las economías en
desarrollo (MEED) se contraigan un 2,5% este año, su primera recesión como
grupo en al menos 60 años.
En este sentido, el Banco
Mundial advierte de que la disminución prevista en los ingresos per cápita, de
un 3,6%, empujará a millones de personas a la pobreza extrema este año.
Entre las principales
economías mundiales, la zona euro será la que muestre una peor evolución este
año, con una caída del PIB estimada del 9,1% ante el peso que el sector
turístico tiene en numerosas economías del bloque, mientras que las medidas de
expansión monetaria aplicadas por el BCE y los estímulos fiscales permitirán un
rebote del 4,5% en 2021.
En el caso de Estados Unidos,
el Banco Mundial prevé una contracción de la actividad en 2020 del 6,1%,
seguida de una recuperación del 4% el próximo año, mientras que para China, la
institución internacional anticipa un crecimiento del 1% en 2020 y una
expansión el próximo año del 6,9%.
Según los pronósticos de base
de la institución, en 2021 el crecimiento de las economías avanzadas repuntaría
un 3,9% y un 4,6% para los MEED. Sin embargo, el Banco Mundial subraya que las
perspectivas son sumamente inciertas y predominan los riesgos de que la
situación empeore, debido, por ejemplo, a la posibilidad de que la pandemia se
prolongue por más tiempo, que ocurran turbulencias financieras o de que se
produzca un repliegue del comercio internacional.
Bajo esta hipótesis menos
halagüeña, la economía mundial podría contraerse hasta un 8% este año, para
recuperarse apenas por encima de un 1% en 2021, en tanto que el producto de los
MEED disminuiría casi un 5% este año y un 10% el de las economías avanzadas.
Por contra, en un escenario optimista, el PIB mundial caería en 2020 un 4% para
recuperarse más de un 5% el próximo año.