Ya lo dijo Quevedo “Poderoso caballero es don dinero”. Pues bien, ante este goloso caballero llamado “Herencia”, hay que matizar muchas cuestiones, ya que el concepto de herencia falla muchas veces en su esencia, pues en muchas ocasiones al fallecimiento de una persona, el heredero piensa ipsofacto que es dueño de sus bienes, pero lo que no sabe es que primero tiene que aceptar la condición de heredero y el patrimonio que le dejan por sucesión, por eso hay que tener cuidado ya que al aceptar una herencia, aceptas tanto los bienes y derechos, como las obligaciones y deudas.