En este escenario, los datos siguen arrojando cifras negativas para el mundo laboral femenino, especialmente en los perfiles más altos. "Sólo el 8% de ellas ocupa cargos en la alta dirección", confirmó el presidente de Sodexo Iberia, Luis de Torres, quien insistió en el impacto positivo que la diversidad de género provoca en la cuenta de resultados de las compañías: "Permite aumentar nuestra rentabilidad en un 17%".
A la huella económica se une la pérdida de talento, en concreto del 45% de la fuerza laboral del país. En este sentido, según la consejera delegada de la consultora Comerciando Global, Miriam Izquierdo, "el obstáculo reside en los consejeros de las entidades y en los headhunters, ya que no buscan perfiles femeninos, lo que supone un problema real del mercado".
Para evitar estas contrariedades, ayer se enumeraron algunas soluciones. La más repetida: apostar por el sistema de cuotas, medida que ya se ha introducido en Italia y que según Gaia Danese, consejera de prensa y cultura de la Embajada de Italia en España, "ha permitido que el número de mujeres en los consejos de administración pase del 6 por ciento en 2008 a más del 25 por ciento en 2015".
La conciliación, factor clave para la igualdad
Eva Serrano, vicepresidenta de CEIM, apostó por la importancia de fomentar medidas de conciliación. Por su parte, De Torres propuso otras soluciones como "obligar a las compañías a medir la diversidad o reservar en los concursos públicos diez puntos para empresas con diversidad".
Por otro lado, Marisa Mesa, presidenta de la Unión de Empresarios y Emprendedores de Andalucía, destacó la importancia de la formación y de evitar el aislamiento de la mujer. Idea con la que coincidió Pilar Gómez Acebo, presidenta de Honor de la Federación de Empresarias Fedepe, quien defendió también la necesidad de unir los distintos organismos empresariales femeninos.
FUENTE: EL ECONOMISTA