La guerra del diésel: ¿qué pasará con los vehículos y tractores y quién asumirá un mayor coste por esta gasolina?
1 de agosto de 2018
La guerra del diésel: ¿qué pasará con los vehículos y tractores y quién asumirá un mayor coste por esta gasolina?
El diesel vive una situación de incertidumbre. Todo apunta a que los motores de combustión tienen fecha de caducidad en un período de 20 ó 30 años, fundamentalmente por imposiciones medioambientales. Los motores diesel tienen los días contados por la contaminación que producen y porque afectan a la calidad del aire urbano, según ha recordado La Unión en un comunicado. En este período de transición, el transporte se cubrirá con motores mixtos e híbridos, que ya tienen su hueco en el mercado de la automoción, y en el Reino Unido y Francia apuestan por la desaparición del diesel y la gasolina en 2040, por todo esto, es por lo que a la vez que el diesel vaya perdiendo cuota de mercado, la gasolina y los híbridos se beneficiarán de esta caída.
La Unión ha subrayado que está demostrado que los motores diesel emiten más partículas de dióxido de nitrógeno (NO2) que los de gasolina, en cambio emiten diez veces menos partículas de carbono (CO2), también responsables del efecto invernadero. Además, las consecuencias de la emisión de partículas de NO2 son diferentes en el campo que en la ciudad, por lo que se deberían tener en cuenta las circunstancias en las que se utilizan estos motores.
Las organizaciones de agricultores y ganaderos temen que vuelva a subir el precio de esta gasolina y a encarecer costes en el campo. Cabe recordar que ningún Plan Renove, ni siquiera el que está en marcha ha incluido nunca ninguna referencia en este sentido. Lo que preocupa a La Unión es que no hay en el mercado, ni se prevé en el futuro, tractores de motores gasolina y mucho menos eléctricos o híbridos, ya que por la potencia necesaria es prácticamente imposible la utilización de otros motores que no sean de combustible de gasóleo.
Del mismo modo, La Unión se ha mostrado completamente en contra de la subida de los impuestos a este combustible, con la excusa de que contamina más que la gasolina. Decir que la medida no afecta a los agricultores, porque recibirán una bonificación es “una verdad a medias”, puesto que al repostar tienen que pagarlo y después se devuelve si la Agencia Tributaria lo estima oportuno.