Los presidentes de ATA y Cepyme aseguran que «la presión fiscal es tremenda» entre cotizaciones, alza de la luz y los carburantes, y que «la vaca ya no da más»
«Ya podemos dormir tranquilos», contesta Lorenzo Amor a Nadia Calviño, que hoy ha asegurado que un 'no' de las empresas no impediría acometer la reforma laboral
La tensión entre las empresas y el Gobierno sube de temperatura según avanzan las negociaciones para reformar las pensiones y la reforma laboral. El pacto entre el Ejecutivo y los sindicatos para subir 0,6% las cotizaciones ha sido la gota que ha colmado el vaso para las organizaciones empresariales, pero especialmente para pymes y autónomos, que hoy han avisado al Ejecutivo de que ya no se puede «esquilmar mucho más» a los que están «dentro del sistema». El 'modus operandi' de Escrivá sigue incendiando a las patronales, mientras que la reforma de la temporalidad que pretende Díaz no logra sumar a las empresas y sigue marcando distancias insalvables. Hoy el choque entre las partes subía de tensión después de que la vicepresidenta Nadia Calviño dejará caer que un 'no' de las empresas no impediría reformar el mercado de trabajo.
«Ya podemos dormir tranquilos... Es bueno que la llegada de los fondos no esté condicionada a nuestra decisión sobre la reforma laboral», ha dicho Lorenzo Amor en Pamplona, tras explicar que «por ahora hay pocos avances, mucha rigidez y poca flexibilidad en los textos y muchas zancadillas a la contratación y eso dificulta que podamos avalar estos cambios, que no son buenos ni para las empresas, ni para el empleo y, por tanto, para el país». Calviño había subrayado que los agentes sociales «saben» que España «se juega mucho» y ha alabado su compromiso para seguir trabajando en ese nuevo marco laboral, que «europeizará» el mercado de trabajo español, y donde lo importante, de cara a Bruselas, es que aborde problemas estructurales como la temporalidad y el paro juvenil.
El modelo futuro de mercado de trabajo separa a las empresas del Gobierno y el ministro de Seguridad Social incendia las negociaciones para reformar las pensiones. «Unos miran al empresario como el toro que hay que abatir, la vaca que hay que ordeñar, y muy pocos como el caballo que tira del carro», ha dicho Amor. Ha denunciado que actualmente hay una situación de «presión fiscal tremenda», que se está uniendo factores como el incremento de la luz o los carburantes, «que hacen que no se pueda apretar más porque no hay más, la vaca no da más». «Estamos recuperándonos de una pandemia, que ha dejado muchas cicatrices que se están curando, y si apretamos, se pueden volver a abrir y desangrar». Amor ha recordado también la aprobación del superfondo de pensiones por el Consejo de Ministros sin que hubiera pasado por el diálogo social. «En pensiones se está optando por una patada hacia adelante y por mayor presión subiendo las cotizaciones», asegura.
Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme ha recordado que el diálogo para reformar las pensiones «está complicado» porque «ha habido miembros del Gobierno que han dicho a la sociedad que los empresarios nos hemos levantado de la mesa; eso es falso». «Otra cosa distinta es que la negociación sea a la trágala», ha añadido. «El Gobierno está entendiendo mal el diálogo social. El mundo empresarial lo que decimos es que no se está atacando realmente la sostenibilidad del sistema de pensiones, que se ha centrado el debate en si 0,5, 0,4 o 0,6», en referencia a la subida de cotizaciones.
Los dos vicepresidente de la CEOE han participado en una mesa redonda en Pamplona con motivo del 40º aniversario de la Confederación Empresarial de Navarra (CEN) y han coincidido en que el mecanismo diseñado por Escrivá para sustituir al factor de sostenibilidad ha sido «muy simple» y ha resultado ser «una subida de cotizaciones» y que si lo hubieran sabido desde el principio «igual no hubiéramos estado de acuerdo».
FUENTE: ABC