Un seguro obligatorio para todos los perros o no tener más de cinco animales en casa son algunas de las novedades que la Ley de Bienestar Animal, que entra en vigor el 29 de septiembre, trae consigo.
En
España, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para
Animales de Compañía (ANFAAC), hay más de 29 millones de mascotas.
El abandono o la falta de identificación son algunos de los problemas
más frecuentes con ellas. Con el fin de solventar esta situación, el
pasado mes de marzo el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba la Ley
de Bienestar Animal, que entra en vigor el 29 de septiembre. Es una nueva
regulación que adopta normas más estrictas para los propietarios de
mascotas y que afecta a todos los animales que conviven con nosotros en
casa y a todos los animales de especies silvestres que están bajo el cuidado
humano.
El objetivo, señala el Ministerio de Derechos Sociales, es
“luchar contra el maltrato, el abandono y el sacrificio de animales”. Así, está
previsto que el maltrato animal sea castigado, por primera vez, con más de un
año de prisión y hasta 36 meses en caso de muerte.
En este sentido, se prohíben “el uso de pinchos o collares que
ahorquen, aparatos eléctricos que causen daños o llevar animales atados a
vehículos a motor en marcha”. Además, está previsto que los delfinarios y los
zoológicos se vayan reconvirtiendo de manera progresiva en “centros de
recuperación de especies autóctonas”.
Los circos con animales, que algunas legislaciones autonómicas ya
impiden, quedan prohibidos con esta nueva ley, pero se excluyen los festejos
populares con toros.
Y se acaba también con la comercialización de animales en tiendas de
mascotas, incluida su exposición al público con fines comerciales. Por tanto,
ya no se podrán vender gatos, ni perros ni hurones; solo se podrán adquirir
estos animales de menos de cuatro meses directamente de su núcleo de cría de
nacimiento o mediante la adopción a entidades de protección animal registradas.
Qué se
considera animal doméstico, según la nueva ley
Las especies que pueden ser animales de compañía son:
También está previsto incluir otros animales domésticos cuando se acabe
de elaborar un listado de especies aceptadas como animales de compañía, algo
que puede tardar en llegar. De cumplirse los plazos, el listado de mamíferos se
publicaría en septiembre de 2026 y el del resto de especies, en marzo de 2027.
Por tanto, hasta que no se apruebe, los rumores de que no se podrán tener
periquitos son solo eso, rumores, porque todavía no se han publicado estas
listas.
Sí se prohíbe tener animales venenosos, reptiles de más de dos kilos
–excepto tortugas–, cualquier primate, mamíferos silvestres de más de cinco kilos
o especies amenazadas.
Del seguro
obligatorio a poder viajar con mascota en el transporte público
A partir de la aprobación de esta nueva ley, para tener una mascota el
propietario deberá cumplir con una serie de cosas. Una de las que más han
llamado la atención es que estos “deberán acreditar la realización de un curso
de formación de validez indefinida”. Así, todo propietario deberá superar este
curso, gratuito, que reconozca que puede ser responsable de un animal, un
requisito que solo deberán cumplir los titulares del perro.
También es obligatorio tener un seguro de responsabilidad civil
para los perros que, en muchos casos, ya se integra en el seguro del
hogar. La identificación con un microchip también cobra especial relevancia,
así como la necesidad de recurrir a un profesional en el caso de que en su
comportamiento el animal muestre problemas de convivencia.
Con la ley se favorece la entrada de animales de compañía en los medios
de transporte; en el caso de navieras, compañías aéreas y trenes, estos tendrán
que tomar medidas que faciliten el acceso de animales de compañía, siempre y
cuando el titular respete las medidas de seguridad y vele por el correcto
comportamiento del animal.
Cerco al
abandono y apuesta por el bienestar y la convivencia
La ley también contempla que no se podrá dejar sin supervisión a un
animal de compañía más de tres días seguidos, un plazo que se reduce a 24 horas
en el caso de los perros. Y lo de ver perros o gatos en las terrazas o los
patios, aunque no se prohíbe, sí se limita en tiempo porque no podremos hacerlo
“de manera permanente”. Tampoco podremos dejarlos en vehículos cerrados, expuestos
al calor o al frío, ni atados en las puertas de un comercio sin
supervisión.
Asimismo, las nuevas medidas instan a “evitar que los animales
depositen los excrementos y orina en zonas de paso habitual de otras personas,
como fachadas, puertas o entradas en establecimientos” y a “retirarlos o
limpiar con productos biodegradables”.
Y si somos muy amantes de los animales y nos gusta estar rodeados de
muchos, esta convivencia deberá limitarse a cinco cuando entre
en vigor la Ley de Bienestar Animal, excepto si se dispone de una autorización
de los servicios municipales.
Evitar la
reproducción incontrolada
La nueva ley fija también normas para evitar la reproducción
incontrolada de animales de compañía. El objetivo es que la cría la ejecuten
personas responsables que estén inscritas en el Registro de Criadores de
Animales de Compañía. Y especifica que deberán tomarse medidas para evitar la
reproducción incontrolada, apostando por la esterilización y haciéndola
obligatoria en aquellos animales que no se puedan controlar.
En este sentido, tendrán que identificarse y esterilizar todos
los gatos antes de los seis meses, excepto los que estén inscritos
como reproductores. El objetivo es controlar las colonias de gatos comunitarios
y reducir de forma progresiva su población. La ley obliga a los ayuntamientos a
censarlos, identificarlos, esterilizarlos y controlar su salud.
¿Me podrán
multar por incumplir alguno de estos puntos?
Sí, en función del tipo de infracción. Si es leve, las multas pueden ir
de los 500 a los 10.000 euros; si es grave, entre 10.001 y 50.000 euros; y si
es muy grave, entre 50.001 y 200.000 euros. En el caso de la sanción leve se
tendrá en cuenta el incumplimiento de las prohibiciones y obligaciones.
La sanción grave se considera aquella que causa daño o sufrimiento al
animal, así como no identificarlo o usar métodos agresivos o violentos. También
será infracción grave criar animales silvestres alóctonos y comerciar con
ellos, abandonarlos, robar o apropiarse de un animal de forma indebida.
Las infracciones muy graves incluyen la muerte del animal, el
sacrificio no autorizado, el adiestramiento para peleas, criar y exponer
animales con fines comerciales (aquí se da un periodo de 12 meses a los
establecimientos para que se adapten a la normativa). En este apartado también
se incluye el uso de animales en atracciones, ferias y espectáculos.
FUENTE: Consumo Claro