A diferencia de otras naciones latinoamericanas, Paraguay no se ha beneficiado de la abundancia de recursos naturales como el petróleo. Esto ha provocado que la agricultura y la ganadería sean el principal motor de su economía y sus exportaciones. Por ello, pese a que el PIB ha aumentado durante los últimos años con porcentajes en torno al 5%, sufre importantes variaciones en función de las condiciones climatológicas. La ventaja de este modelo es que el país ha resistido mucho mejor que el resto del continente los efectos del descenso en el precio del crudo y sus previsiones de crecimiento son positivas para los próximos años.
Los principales objetivos del Gobierno consisten en aumentar su proyección exterior atrayendo a nuevos inversores y fomentando la integración regional a través de organizaciones como Mercosur. Actualmente, esta alianza -en la que también están Brasil, Argentina, Uruguay, Venezuela y Bolivia- establece la mayoría de aranceles que deben pagar los artículos españoles para entrar en Paraguay. Actualmente, los porcentajes varían entre el 0% y el 20% en función del tipo de producto.
Una vez en el mercado, el consumidor más habitual es una minoría de gran poder adquisitivo, aunque poco a poco están ganando importancia los clientes de clase media. Hay que tener en cuenta que además de pagar el IVA -del 5% o del 10%-, en algunos casos -cosméticos, electrodomésticos y joyería- existe también un impuesto selectivo al consumo con tasas entre el 1% y el 5%.
Pese a los esfuerzos por atraer inversores, Paraguay ha descendido hasta el 100º puesto en el ranking del informe Doing Business del Banco Mundial, lastrado especialmente por los numerosos trámites administrativos necesarios para constituir una empresa. A cambio, el Gobierno concede exenciones fiscales sobre los beneficios y la importación de bienes de capital o materias primas desde el extranjero.
Para trabajar en el mercado paraguayo es importante contar con socios locales que conozcan el país y tengan una buena cartera de contactos. Debido a que algunos se presentan exagerando sus capacidades, conviene revisar bien sus antecedentes y fiabilidad. Por último, la imprevisibilidad jurídica -dificultades para hacer cumplir la ley, cambios constantes en la legislación e injerencias del poder político- continúa siendo un problema importante.
Retrasos frecuentes
La expresión "la hora paraguaya" hace referencia al retraso habitual en cualquier cita de negocios, por lo que hay que evitar tomárselos como una muestra de falta de interés. Los empresarios valoran especialmente tener un trato cercano, por lo que hay que evitar la frialdad y los comentarios prepotentes o neocolonialistas sobre su país. Por último, hay que tener en cuenta que los ritmos para cumplir con el trabajo también son más lentos, lo que suele provocar retrasos en las entregas.
FUENTE: EXPANSION