La patronal advierte de que «no vamos a dar nuestro consentimiento a ninguna medida que no apruebe el Pacto de Toledo». Los sindicatos niegan «rotundamente que el acuerdo esté cerca»
Patronal y sindicatos presencian con asombro cómo el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, progresa en el diseño de la reforma del sistema de pensiones sin contar con sus propuestas. Le acusan de ausencia de diálogo, de unilateralismo en las negociaciones y de haber bloqueado las conversaciones desde hace un mes –«solo hemos tenido contactos bilaterales», recuerdan los sindicatos–. Pero el ministro insiste en que todo se está negociando con los agentes sociales, con los que asegura que lleva meses debatiendo los puntos principales de la reforma. «Háganme caso a mí y no al ruido mediático. Todo se está negociando en la mesa de diálogo y el acuerdo está muy cerca», afirmó ante la última comisión del Pacto de Toledo.
Sin embargo, tanto empresarios como sindicalistas le acusan de anunciar a la opinión pública medidas que ni se han acordado y ni tan siquiera se han negociado en la mesa del diálogo social. UGT y CC OO le han echado por encima un gran jarro de agua fría al negar «rotundamente» que se esté «cerca de cerrar algún tipo de acuerdo». El secretario general de CC OO, Unai Sordo, afirma que «no nos gusta lo que le hemos oído al ministro». Ni siquiera en la revalorización de las pensiones con el IPC del año anterior. «Lo de ajustarlo en los tres años siguientes si la inflación es negativa no nos parece una buena solución».
Retraso en la edad de jubilación
Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha reprochado especialmente a Escrivá su empeño de incentivar el retraso a la edad de jubilación y desanimar las jubilaciones anticipadas. «Tiene poco sentido y no lo vamos a negociar. Lo que pedimos es que no hable de retrasar la edad de jubilación y desincentivar el retiro antes de la edad reglamentaria, sino que tome medidas. Hay que ser serios. La gente en España no se jubila antes porque quiere, sino porque no tiene empleo o no puede seguir trabajando. Y si continuamos sin crear empleo, se van a tener que jubilar antes».
Al igual que las organizaciones sindicales, la patronal CEOE también ha criticado con severidad algunas de las propuestas presentadas, muy criticadas por el Pacto de Toledo, y advierte de que «no vamos a dar nuestro consentimiento a ninguna medida que no apruebe esta comisión». Los agentes sociales han asegurado a LA RAZÓN que el ministro intentó forzar el cierre del primer paquete de medidas a aprobar antes de Navidad, pero tres meses después, la situación sigue bloqueada y con pocos visos de llegar a un consenso.
Estas críticas llegan justo antes de la semana decisiva para el futuro de la propuesta ministerial, ya que debe sentar las bases generales de los que será su proyecto para presentarlo en el Plan de Recuperación que el Ejecutivo enviará a Bruselas en los próximos días y que determinará la llegada de los fondos europeos si pasan el examen comunitario.
Asimismo, asociaciones como Asjubi40 han conseguido apoyo de los partidos del Congreso, gobiernos, regionales, diputaciones y ayuntamientos en su defensa del colectivo de pensionistas con largas carreras de cotización, que sufre “el agravio comparativo que supone que el mayor esfuerzo de cotización de las largas carreras no se vea recompensado a la hora de la jubilación, sino que, muy al contrario, en los casos de anticipar la jubilación, estas largas carreras son penalizadas aplicando elevados coeficientes que están suponiendo una fuerte discriminación y un gran perjuicio de por vida para los jubilados afectados”. Asjubi40 recuerda que en la gran mayoría de estos casos la situación se ve agravada por el hecho de que estas jubilaciones anticipadas proceden de expedientes de regulación de empleo, despidos colectivos e individuales o finalización de contratos, entre otros, “y no por voluntad ni libre demanda de los afectados”.
Por su parte, la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones (Coespe) ha acusado a Escrivá de “confundir a la opinión pública” y “desmovilizar a los ciudadanos en la reivindicación de unas pensiones públicas suficientes y garantizadas”. En su comunicado mostró su “más rotundo rechazo a los principios en los que se ha inspirado el ministro” para informar al Pacto de Toledo de las reformas que pretende implantar el Gobierno respecto a las pensiones públicas, los cuales definen como “un conjunto de falsedades y datos tergiversados”. Para esta coordinadora, la “falsedad fundamental” que repite el ministro es que si no se toman medidas de recortes, las pensiones públicas no son sostenibles. Un apoyo menos y un inconveniente más para la reforma del ministro.