Por su agilidad, rapidez en los plazos del intercambio monetario y adaptabilidad a distintos soportes, ciertas pymes optan por utilizar fintechs para gestionar sus operaciones con divisas.
La crisis económica obligó a las pequeñas y medianas compañías a salir al extranjero y colocar sus productos en lugares a los que jamás hubieran pensado llegar de no verse obligadas a ello para sobrevivir. Este proceso les hizo crecer como negocio y ser más resistentes ante los ciclos económicos adversos gracias a la exportación. Sin embargo, al empezar a operar en otros países tuvieron que hacer frente a un nuevo desafío: la gestión de las divisas y sus tipos de cambio.
Para llegar a mercados en los que se opera con monedas distintas a las del país donde se asienta la pyme, algunos de sus responsables han optado por utilizar fintechs de cambio de divisas con el objetivo de reducir la incertidumbre en torno a los ingresos o costes de las transacciones con monedas extranjeras. "Estas plataformas no son más que pasarelas de intercambio de dinero que ponen en contacto a dos personas -responsables de compañías- con un tipo de cambio que previamente han pactado entre ellos o cada una de las partes con los gestores de la fintech", señala Pablo Fernández, profesor de Esic y socio en Abanlex.
Este método para gestionar pagos internacionales no está muy asentado en la cultura empresarial española, pero cada vez son más los negocios que lo utilizan. Aún así, el experto recomienda combinarlo con los efectuados a través de la banca tradicional y no realizar operaciones en las que, de una vez, se transfieran más de 100.000 euros, "para no superar los límites de la ley de prevención de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo". Sin embargo, si las pymes eligen bien la compañía que presta los servicios -y los utilizan con cautela-, pueden aprovecharse de ciertas ventajas:
• Tecnológicas: Las fintech se caracterizan por tener webs adaptadas a distintos soportes móviles. "Se puede acceder a ellas desde cualquier dispositivo, eliminando los tiempos de acudir a una oficina para llevar a cabo cualquier gestión", explica Fernández, que destaca también su facilidad de uso. "Por ejemplo, para hacer un pago o gestionar un cobro al estilo tradicional, las pymes tienen que conocer el número de cuenta de la otra empresa, pero en estas plataformas, al estar los dos usuarios dados de alta, no es necesario que dispongan de esta información". Otro beneficio relacionado con la tecnología es la superación de la barrera idiomática. "Las operaciones suelen gestionarse en inglés, un idioma que de manejarlo las dos partes que hacen el intercambio evita confusiones y limita la intromisión de terceros que ejerzan de traductores en las operaciones", comenta Fernández.
• Costes: "Las plataformas no gravan con comisiones las gestiones, con lo que los costes por transacción se abaratan", afirma Andre Nunes, responsable de Moneycorp, fintech dedicada al intercambio de divisas. Así, las compañías consiguen rentabilidad acordando previamente el tipo de cambio de cada divisa antes de realizar las operaciones "que suelen calibrarse en función del valor real de la moneda en el mercado en ese momento", explica Fernández. Aún así, es recomendable estar atento a los acontecimientos que puedan tener cierta repercusión en las bolsas -como las elecciones en EEUU o el la votación del Brexit-, y completar antes o después los intercambios. Además, estos sistemas operan por Internet, con lo que están disponibles las 24 horas del día. Esto elimina los problemas derivados de las diferencias horarias entre países.
Simplificar la operativa
Para Manel Bel, responsable financiero de la pyme de distribución de productos de alimentación European Drinks, descubrir que existían plataformas autorizadas para realizar pagos bancarios, y comenzar a trabajar con ellas, simplificó la operativa internacional de su compañía. "Trabajamos con varias divisas y con Moneycorp podemos comerciar con ellas sin coste, de un modo sencillo, rápido y transparente", comenta Bel. En este sentido, afirma que a través de su perfil en la fintech reciben automáticamente los contratos de divisa y los comprobantes de transferencia, pudiendo recuperar estos documentos en cualquier momento. Bel afirma que no tiene una sensación de riesgo elevado cuando opera con estas plataformas y destaca que, analizando todas sus operaciones de 2016, "hemos ahorrado unos 10.000 euros en el coste de divisa", concluye.
Comprobaciones
Aunque estas plataformas suelen estar supervisadas por las instituciones oficiales de los Estados donde desempeñan su actividad, es necesario realizar ciertas comprobaciones para asegurarse de que cumplen con la ley, y que el dinero que las pymes ponen a su disposición en las operaciones comerciales está protegido. Establecido en la UE. Es determinante que la sede central de estas compañías esté asentada en un país miembro de la Unión Europea. De este modo, la fintech queda supeditada a la legislación comunitaria, por lo que las pymes que operen con ella evitarán problemas como las retenciones de dinero, durante un determinado periodo de tiempo, derivadas del desconocimiento del origen y el fin de la transacción monetaria. Para ello, es recomendable que la plataforma esté regulada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, o la institución del país europeo que corresponda, e inscrita en el Registro Mercantil español. Uso de datos. La rentabilidad de estas compañías normalmente radica en adquirir un porcentaje de los tipos de cambio de divisas que pacta con las firmas. Pero también pueden vender la información de sus usuarios a otras empresas, por lo que es recomendable saber qué es lo que van a hacer con los datos de negocio y personales que les proporcionan las pymes. Atención al cliente. Una de las ventajas señaladas para el uso de estas plataformas es que se puede operar en ellas durante 24 horas. Sin embargo, hay que comprobar que tenga un servicio de atención al cliente que responda con similar rango horario. En muchas ocasiones, estos servicios se prestan a través de una dirección de correo electrónico o mediante un número telefónico solo activo durante ciertas horas.
FUENTE: EXPANSION