Pese a que el término no es nuevo, todavía existen muchas personas que desconocen qué es un despido reparativo, cómo afectará a las indemnizaciones y qué lo diferencia del despido improcedente.
¿Qué es el
'despido reparativo'?
Esta medida pretende reformar la manera de despedir a los trabajadores
y las indemnizaciones percibidas dependiendo de factores tales como el perfil
del trabajador o su situación personal.
En la actualidad, las indemnizaciones son las mismas para todos los
trabajadores, dependiendo exclusivamente del tipo de despido y del tiempo que
llevase el empleado en la compañía. Sin embargo, el Gobierno plantea variar el
coste de las indemnizaciones tomando como referencia otros factores, con la
misión de «reparar» el daño causado por el despido improcedente, ya que los
perjuicios son diferentes según el caso.
¿Qué
diferencia el despido improcedente del 'reparativo'?
El despido improcedente tiene lugar cuando el empresario no cumple con
la legalidad a la hora de despedir al trabajador. Es decir, cuando se
encuentran inconsistencias o las justificaciones por el cese del contrato son
insuficientes.
En ese caso y como medida ante la ilegalidad cometida por parte de las
empresas, los tribunales ordenan la readmisión del trabajador
en su puesto de trabajo, obligando a la compañía a pagarle el salario que
debería haber percibido tras el despido, o a extinguir la relación
laboral obteniendo una indemnización, que alcanza los 33 días de
salario por año trabajado, con un límite de 24 mensualidades.
Sin embargo, con la aparición del 'despido reparativo' se pretende
proteger y reparar el daño percibido a las personas trabajadoras, además de
ejercer una función disuasoria frente a este tipo de
prácticas.
Según Yolanda Díaz, el despido «debe reparar el daño causado, claro que
debe ser así. No es lo mismo las condiciones de una persona próxima a la vejez
que de una persona joven. O no es lo mismo las situaciones familiares que se
tengan. Por lo tanto, creo que es muy importante este debate». Confesando,
además, que el problema del despido no era la indemnización, sino las causas
que permiten el cese.
En este aspecto, la vicepresidenta segunda ha señalado la posibilidad de definir un pago «diferente en función del impacto que el despido pueda tener en las personas», teniendo en cuenta varios elementos entre los que se encuentran: la edad, la antigüedad y el género. Asimismo, la Ministra señaló este miércoles, «las situaciones familiares» y subrayó que España es una «anomalía» en Europa por tener una indemnización fija.