El presidente convierte un acto sobre el Ingreso Mínimo Vital en una reivindicación de las políticas del Gobierno.
El Gobierno ha iniciado ya la transición desde el relato sobre la fortaleza inexpugnable de la recuperación económica española, en el que tanto ha insistido la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, hacia otro un tanto más tenebroso de un escenario de economía en crisis por la guerra en Ucrania, en el que España aún muestra una importante capacidad de resistencia. Desde hace unos días el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha añadido la construcción 'crisis económica' a su discurso público y este lunes ha dado un paso más allá al admitir, en un evento organizado por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social sobre el Ingreso Mínimo Vital, la existencia de «una crisis económica a las puertas de Europa». El futuro de la economía parece teñirse de nubarrones.
Sánchez, no obstante, ha utilizado esa referencia para ensalzar los «formidables» datos de empleo hechos públicos este lunes por los ministerios de Trabajo e Inclusión y Seguridad Social, que han mostrado una caída del paro en 42.409 personas y la incorporación de 115.607 nuevos afiliados a los registros de Seguridad Social. El presidente ha recalcado que estas cifras indican que a día de hoy hay ya 740.000 afiliaciones -los datos de la Seguridad Social contabilizan registros de afiliación no personas afiliadas como tal- con contrato indefinido que antes de la pandemia.
En opinión del presidente, la gestión de su Gobierno demuestra que es posible crear empleo y de calidad (por el elevado porcentaje de contratos indefinidos) y además desarrollar políticas sociales como el Ingreso Mínimo Vital. El presidente ha dicho también que la afirmación de que la creación de empleo es la mejor política social posible no es más que «una excusa para o bien crear empleo precario o bien para justificar recortes en el estado del bienestar».
Sánchez ha puesto como ejemplo el Ingreso Mínimo Vital para contraponer las medidas puestas en marcha por el Gobierno para combatir la pandemia con las ejecutadas para salir de la gran crisis financiera de hace una década "que fueron vistas más como una contrarreforma ". "Gracias a la fortaleza de la sociedad española y también a un Gobierno que reconoce que no hay contradicción entre crear empleo digno y fortalecer el estado del bienestar estamos dando una respuesta que genera confianza, estabilidad y sobre todo cohesión en un momento de incertidumbre", ha recalcado el presidente del Gobierno.
No se ha olvidado Sánchez tampoco de la medida del Gobierno de ampliar hasta los 100.000 euros el umbral de renta para acceder a becas de estudio.
Lecciones de política redistributiva de un Nobel
El presidente del Gobierno había acudido al evento a glosar las bondades del Ingreso Mínimo Vital y para darle más empaque a charlar sobre ello con el Premio Nobel de Economía Abhijit Banerjee, reconocido por sus estudios sobre las políticas orientadas a combatir la pobreza. Sánchez calificó el Ingreso Mínimo Vital como la principal política pública de su mandato y, en presencia del ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, calificó su despliegue como "formidable" o "sencillamente espectacular" por haber alcanzado la cobertura de casi medio millón de hogares.
Si el Gobierno esperaba el refrendo de un Premio Nobel a su Ingreso Mínimo Vital no se puede decir que lo haya obtenido. Banerjee ha encomiado el esfuerzo de los gobiernos por tratar de combatir la pobreza, pero ha recalcado que cualquier actuación sobre el colectivo más vulnerable de la sociedad no debe basarse únicamente en la voluntad política, sino que debe partir de un diagnóstico de lo que ese segmento de la población hace y de lo que ese segmento de la población necesita, a partir de sus propias opiniones y no de diagnósticos desde arriba.
En este sentido, ha señalado que la evidencia disponible señala que, por ejemplo, los más jóvenes demandan más una ayuda de mayor cuantía para tratar de impulsar un negocio por su cuenta que una renta mensual para cubrir sus necesidades - como plantea el Ingreso Mínimo Vital español -, o que las familias monoparentales, de nuevo, agradecen más un apoyo para la escolarización de sus hijos que una renta o también la necesidad de proporcionar medidas de capacitación de calidad, ya que es demasiado común, ha dicho el economista, que se les derive a esquemas de formación que no les aportan ningún valor añadido para su empleabilidad.
FUENTE: ABC