El nuevo SMI de 1.080 euros al mes se traduce en una cantidad bruta anual de 15.120 euros.
La subida del salario mínimo
interprofesional (SMI) hasta 1.080 euros brutos (en 14 pagas) anunciada
por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llegará alrededor
de 2,5 millones de trabajadores de forma casi íntegra, con una
retención mensual a cuenta del impuesto sobre la renta (IRPF) de apenas 2,80
euros (39,31 euros en el conjunto del año). Los 1.080 euros brutos se
transformarán en una nómina neta de 1.077,2 euros, mutiplicada por
14 pagas. Otra cuestión será la liquidación final del impuesto, cuando haya que
presentar la declaración de la renta sobre 2023.
Ya en 2024, antes del 30 de junio de ese año, dependiendo de cada
comunidad autónoma, habrá contribuyentes a los que se les devolverá todo o
parte de los 39,31 euros retenidos a lo largo de 2023, según los cálculos
confeccionados para El Periódico de Catalunya, del grupo prensa Ibérica, por
el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), del Consejo
General de Economistas.
15.000
PRIMEROS EUROS, EXENTOS
El nuevo salario mínimo interprofesional de 1.080 euros al
mes se traduce en una cantidad bruta anual de 15.120 euros. Con
carácter general, los primeros 15.000 euros de ingresos del trabajo no están
sujetos a retención a cuenta del IRPF, pero sí los 120 euros que
exceden de esa cantidad. Así, según los cálculos del REAF, las empresas deberán
practicar sobre la nómina una retención de 39,31 euros que, si se divide entre
14 pagas, supone un bocado mensual de 2,80 euros. De ahí que los
1.080 euros brutos quedarán convertidos en 1.077,2 euros.
En el primer semestre de 2024, cuando haya que presentar la declaración
de la renta sobre 2023, el mismo SMI bruto de 1.080 euros tributará de
forma diferente en cada comunidad, dependiendo del tramo autonómico de
la tarifa del IRPF, aunque las diferencias no son abismales. Para unos ingresos
brutos anuales de 15.120 euros, el IRPF más caro corresponde a Cataluña,
con una cuota íntegra de 41,53 euros. De esta cantidad, el contribuyente deberá
restar los 39,31 euros retenidos en 2023. Así, la declaración saldrá a
pagar, por una cuantía de 2,22 euros. Este contribuyente catalán, en todo
caso, podrá esquivar este pago, ya que, sus ingresos anuales brutos (15.120
euros) están por debajo de los 22.000 euros que determinan la obligación
de declarar.
Por ejemplo, un trabajador 30 años sin cargas familiares que cobre exactamente el salario mínimo pagará anualmente 793 euros (5,25%) de IRPF y 290 euros de cotización a la Seguridad Social, un total de 1.083 euros en impuestos al año. Esto se traduce en que su salario neto será de 14.036 euros, equivalente a 1.002 euros repartido en 14 pagas.